El principio de individualidad nace del mismo carácter y naturaleza de DIOS. DIOS es único e infinito y nos expresa su naturaleza por medio de todo lo que creó. Cada parte del universo nos grita que es hermoso, creativo, talentoso, bondadoso, amoroso, todopoderoso y muchos calificativos más se podrían enumerar acerca de los atributos de DIOS, nuestro creador. Cada ser humano es valioso porque es único y lleva estampada la imagen de DIOS. (Génesis 1:27)
En la familia debe haber unidad en medio de la diversidad.
En la individualidad cristiana, cada persona es completa e integral, única y especial pues DIOS creó a cada uno con exclusiva identidad, separado y distinto de otros.
Cada persona tiene individualidad interna, la cual se compone de sus pensamientos, convicciones, motivos, opiniones, afectos, ideas actitudes y disposiciones; lo interno, el corazón, produce identidad externa; las acciones, los comportamientos, las conversaciones, la reputación, etc.
En la familia tenemos que reconocer este aspecto tan importante con el que DIOS nos hizo; así podemos valorarnos y saber que somos iguales delante de DIOS. nadie es superior, ni los hijos son superiores a los padres, ni los padres a los hijos; ni entre hermanos debe haber rivalidad porque somos de igual valor, aunque tengamos diferentes roles, habilidades y responsabilidades; en una familia cristiana cada una se ama y se respeta porque desde el anciano hasta el bebé lleva estampada en sí mismo la imagen de DIOS.
Actualmente la sociedad trata de convencernos de que solo valemos si hacemos parte de un grupo en específico, que para ser aceptados debemos llenarlo todos los requisitos exigidos; de esta manera se levanta una generación que no tiene temor de DIOS sino de la sociedad, tratando de agradarla en todo, negando su responsabilidad como individuos delante de DIOS.
Ideas para enseñar individualidad cristiana en el hogar.
- Dios es la autoridad superior en todo el universo. (Colosenses 1:16-17)
- Dios es amor y todopoderoso y todo lo ha dispuesto para nuestro bien.
- Somos creados a imagen de DIOS y fuimos hechos para buenas obras. (Efesios 2:10). Tenemos también un valor infinito y tenemos la capacidad de amar a DIOS y amar a nuestros semejantes.
- Vale la pena someterse a su gobierno porque el gobierna con amor. Debemos someternos por amor, voluntariamente siguiendo el ejemplo de Jesús. (Marcos 4:36)
Expresando la individualidad cristiana en el hogar
- Valorar al conyugue como iguales, como imagen de DIOS, mostrando amor y sumisión mutua, evitando gritos, muestras de superioridad y la intención de oprimir a otro. Los padres son modelos para los hijos, muestran que los dos son iguales, hechos a la imagen de DIOS.
- Tratar con respeto a cada hijo, como individuos únicos y valiosos. Valorando sus cualidades y diferencias, afirmando el propósito específico para el que fue creado. Cada uno es llamado por su nombre y DIOS lo formo desde el vientre de su madre para cumplir con una misión particular en la tierra. (Salmo 138:13-18)
- Afirmar a los hijos. Las palabras quedan en el corazón de cada hijo. No comparar a los hijos con sus hermanos o con otras personas. Asegurar el valor y la identidad de sus hijos, cada uno es precioso y amado por DIOS.
- Dar responsabilidades individuales a cada estudiante en el hogar.
- Celebrar citas importantes con cada uno de sus hijos y oren individualmente por cada uno de ellos.
- Celebrar sus cumpleaños de manera individual y expresar lo feliz que DIOS se siente de haberlo creado y lo que esa significó para la familia.
- Llamar a cuentas en privado y hágalo responsable de sus acciones para que se arrepienta y enmiende el mal causado.
- Enseñar a amar al prójimo, no importando su condición física o social. Debe respetar a los ancianos. Mirar y relacionarse con todos sin denigrar o burlarse de aquellos en la sociedad se consideran diferentes.