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5. ¿Cómo acepto la máxima autoridad?

La máxima autoridad es Jesús, le Mesías y para ser parte de su Reino es necesario: Arrepentimiento y fe en el evangelio. El Reino de Dios inicia en el interior, en el corazón de las personas.

«¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!». Marcos 1:15

Para comenzar en el Reino de Dios, necesitamos arrepentirnos y tener fe en el evangelio. Esto significa que necesitamos pedir perdón por nuestros errores y creer en Jesús y su mensaje.

Evangelio quiere decir buenas noticias. La noticia es que Jesús asume la culpa por nuestros pecados y se merece ser la máxima autoridad en nuestras vidas.

Arrepentimiento Es “dolor o tristeza por algún pecado o culpa cometida, acompañado por el deseo y la resolución de no volver a cometer el pecado”. En otras palabras, cuando nos arrepentimos, nos damos cuenta de que hemos hecho algo malo y queremos cambiar para hacer lo correcto. En el Reino de Dios, necesitamos arrepentirnos y tener fe en el evangelio para comenzar a seguir a Jesús.

Corazón El corazón es una metáfora de nuestro centro de pensamientos, emociones y voluntad. Somos nosotros, nuestra parte interna, dónde tomamos nuestras decisiones y dónde nos sentimos de cierta manera.

Gobierno Interno: Autogobierno Es el gobierno de nosotros mismo en todas las esferas de la vida: (Conciencia, derechos, salud, cuerpo, familia, estudios, empresa, nación, …)

El autogobierno cristiano. Cristo es un título que significa el Rey Elegido. El autogobierno cristiano es gobernarse así mismo bajo la soberanía (poder máximo-supremo) del Rey Jesús y sobre todas las esferas de la vida.

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