Para que una nación viva en orden, tranquilidad y libertad es necesario que en el hogar se enseñen principios básicos que producen estas cualidades. Dios desea que en el hogar los padres enseñen principios de libertad a los hijos, pero para que haya libertad primero debe haber gobierno interno o dominio propio que cada persona ejerce, cuando Cristo entra a vivir en su corazón. Jesús es el único fundamento para la libertad individual y la libertad de una nación.
Los padres deben estar seguros si sus hijos han hecho individualmente la decisión de aceptar a Jesucristo como el Rey, Señor de sus vidas.
Las primeras clases de gobierno de una nación se aprender en el hogar, cuando los padres enseñan a sus hijos a gobernar sus vidas.
¿Cómo gobierna DIOS?
La forma en que DIOS gobierna a cada Institución y a cada persona es por medio del Autogobierno o Dominio Propio. Cada persona se somete a Jesucristo, escoge a vivir de acuerdo a su ley por consentimiento propio. Jesús dice “si me amas obedece mis mandamientos”, esto produce libertad interna de cada persona y el efecto se deja ver en la forma en que se comporta en su familia y el comportamiento que tiene en la iglesia, la escuela, la comunidad y en la nación.
Gobierno es la forma en que cada uno se dirige, se regula, se controla y se restringe. Hay dos formas de gobernarse, una es la externa, que alguien siempre le diga lo que tiene que hacer; eso no es libertad porque es estar controlado externamente por alguien como si necesitara de un policía.
La otra forma de gobierno es la interna, donde conozco las normas, vivo de acuerdo a ellas porque son para el bien de todos y esto produce libertad, es hacer lo correcto sin necesidad de restricciones externas.
¿Cómo se enseña el autogobierno en la familia?
Primero los padres deben gobernar sus vidas de acuerdo a la verdad de DIOS y luego enseñarles a sus hijos a ser gobernados también por esos principios.
La Biblia dice en Proverbio que es mejor el que se gobierna a sí mismo que aquel que gobierna una ciudad. (Prov. 16:32 NTV)
- Enseñe a los hijos el dominio propio, a no dejarse gobernar por ninguna emoción.
- Establezca normas claras y específicas para gobernar en orden su hogar, ese es el primer ministerio que DIOS nos da, ser buenos líderes en nuestra familia. (1 Timoteo 3:5 NTV)
- Enséñeles a sus hijos la diferencia entre obedecer por fuerza y obedecer voluntariamente, por amor. Inspírelo para que su obediencia sea por amor. (2 Corintios 5:14-15 NTV)